sábado, 22 de junio de 2013

Y tú, ¿cómo tomas tus decisiones?

Aléjate del exceso de información y toma buenas decisiones

Cuando tienes que tomar una decisión importante para tu negocio, tu instinto natural probablemente es reunir la mayor cantidad de información sobre la situación y las opciones que tienes. Pero ese impulso aparentemente sensato en realidad podría ser lo que te conduzca a empeorar tus elecciones. Así lo demostró un estudio de psicólogos de las universidades Stanford y Princeton.
El estudio de Anthony Bastardi de Stanford y Eldar Shafir de Princeton, presentó a los sujetos de investigación en escenarios donde necesitaban elegir entre dos alternativas: un curso y un préstamo. Sin embargo, en algunos momentos toda la información relevante se dio por adelantado y, a veces un detalle clave fue retenido. Al final, ambos grupos recibieron la misma información, pero algunos participantes tuvieron que esperar un tiempo de incertidumbre y luego hacer una solicitud para obtener esa información no entregada.

Ambos grupos fueron nutridos con información idéntica, pero ¿tomaron decisiones idénticas? No, en lo absoluto. Los que se vieron obligados a esperar para obtener más detalles, rechazaron el curso o el préstamo que se les ofrecía, en una proporción mucho más alta.
¿Qué pasó aquí y qué significa esto para ti, como emprendedor?
En resumen, si se nos hace esperar o buscar información extra, consideramos que ésta es valiosa, incluso si no es particularmente importante y, para nosotros, tiene más peso, porque nos concentramos más en ella que en la que ya nos dieron. Esta distorsión en nuestro pensamiento es particularmente peligrosa en el mundo conectado en que vivimos hoy, según un artículo de Fast Company, ya que con nuestros smartphones continuamente a la mano, siempre podemos buscar más información.
El artículo señala:
Generalmente, la curiosidad es útil. En nuestro pasado evolutivo, saber si ese crujido en los arbustos pertenecía a un tigre o un ratón, podía significar la diferencia entre la vida y la muerte. Estamos conectados para reducir la incertidumbre, porque nuestras mentes se han adaptado para un tiempo más peligroso.
Sin embargo, la búsqueda de información viene con una desventaja que representa la diferencia interesante que se dio entre ambos grupos: Cuando faltan datos, sobreestimamos su valor. Nuestra mente asume que, ya que estamos gastando recursos para localizar la información perdida, entonces debe ser útil. Los participantes no podían evitar pedir datos adicionales. La mente, después de todo, odia los vacíos de información. Y debido a que su atención se centró en si la deuda del préstamo sería de $5.000 ó $25.000, su forma de pensar acerca de él, había cambiado. Ya no veían el panorama general, sino que se fijaron en demasía en un detalle relativamente menor; el tamaño final de la deuda.
En los negocios, “siempre hay un informe más, un análisis más y una perspectiva más que está a un clic o dos de distancia”, pero buscar esos datos adicionales realmente puede empañar la imagen, en vez de armarte de información clave.
¿Cuál es la lección aquí? La próxima vez necesites tomar una decisión, pasa un tiempo pensando en qué cantidad y qué tipo de información realmente necesitas, antes de dejarte llevar por la investigación y sabotearte a ti mismo al centrarte en los datos irrelevantes.
Ve directo al grano y aísla la información esencial. Deja de lado todo lo que haga ruido y concéntrate en el núcleo y lo realmente importante para tu decisión; nada más.

Y tú, ¿cómo tomas tus decisiones? ¿Prefieres repasar todos los detalles, tanto importantes como irrelevantes, o vas directo al grano?


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