miércoles, 12 de junio de 2013



¿Sabías que?


¿Sabías que? siete de cada diez nuevas empresas mueren antes de cumplir sus dos primeros años de vida? La buena noticia es que muchas de estas unidades productivas pueden alargar su expectativa gracias a sencillas estrategias de planificación de negocios.

Y es que de acuerdo con Raúl Pérez Fonseca, consultor de Complemento Estratégico, firma especializada en consultoría y capacitación para PyMEs, hay ciertos elementos que los emprendedores pierden de vista, poniendo en riesgo la permanencia del negocio. Conoce cuáles son.

Planeación estratégica. Este primer elemento sirve de base para edificar en ella el futuro de la organización. La planeación estratégica es un elemento inicial que nos ayuda a anticiparnos de manera estratégica, considerando os elementos necesarios para poder realizar nuestra actividad y asegurar a través de una ejecución eficiente, el logro de los objetivos planeados. Se conforma de dos elementos: Misión y visión.

Misión. Nos ayuda a hacer un recuento de los elementos con los que contamos como organización, considera la razón de ser de la empresa y se conforma de contestar: ¿Quiénes somos?, ¿Qué hacemos?, ¿Por qué lo hacemos?, ¿Para qué lo hacemos?, ¿Con qué lo hacemos? Las interrogantes anteriores nos llevarán a identificar nuestra silueta organizacional.
Visión. Consiste en ubicar a la organización en un punto en el futuro (3 a 5 años), cuya conformación se genera de cuestionarnos: ¿Cómo queremos ver a nuestra organización?, ¿Cómo queremos que nuestros clientes, proveedores y empleados la vean? ¿En qué punto de evolución, mejora o expansión queremos verla?

Organización. Es la matriz de análisis estratégico, mejor conocida como matriz FODA. Tiene que ver con un ejercicio de introspección de la empresa misma. FODA significa:

Fortalezas. Aspectos internos que hacemos bien o que son ventajas competitivas.
Oportunidades. Aspectos externos cuyo efecto puede ser positivo para la empresa y que debemos aprovechar.
Debilidades. Aspectos internos en los que debemos mejorar, ya que debilitan nuestro desempeño, imagen y calidad.
Amenazas. Aspectos externos cuyo efecto puede ser de impacto negativo a la empresa y del cual debemos ser cautos.

Seguimiento. Consiste en el seguimiento que hagamos de la visión y de los resultados de nuestra matriz de análisis estratégico. Una vez que se ha definido el punto al cual se desea llegar como organización y se han identificado las áreas de mejora, es necesario definir qué hacer para lograrlo e inmediatamente establecer cómo hacerlo.


Ejecución de tareas. Este último punto es la concatenación de las tres tareas anteriores, lo cual se dice fácil, pero exige metodología y constancia. ¿Qué esperas para empezar?

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