sábado, 28 de septiembre de 2013


¿Por qué y cómo el Video Marketing puede potenciar
la marca personal de un profesional?

Inmersos como estamos en la cultura del contenido audiovisual, el Vídeo Marketing tiene un enorme poder que podemos emplear en beneficio de nuestra marca personal.

Las opciones son tremendamente amplias. Podemos escoger hacer vídeo tutoriales, aprovechando que numerosas búsquedas de vídeos se refieren a aquellos del tipo “Cómo se hace”. Tener disponibles varios tutoriales sobre temas de nuestro conocimiento nos posiciona como expertos; y también puede llegar a establecernos como referentes, mediante las palabras clave que podemos incluir en nuestro video, de tal forma que lleguen a él las personas que busquen vídeos sobre una determinada temática.

Pero también los vídeos humorísticos o creativos aportan un gran valor a nuestra marca personal. Se trata de hacer llegar a los demás nuestra historia, ya que es sólo nuestra y por lo tanto es lo que realmente nos hace únicos. Las imágenes tienen un gran potencial para transmitir no sólo conocimientos, sino también emociones positivas que la audiencia de nuestro video asociará a nuestra marca personal.

Podemos elegir hacer nuestros vídeos en forma de presentaciones de diapositivas animadas, o bien hacer grabaciones. En cualquier caso, lo importante es que los vídeos tengan un mínimo de calidad, incluso si son caseros. Es recomendable que la duración no sea demasiado larga, para garantizar que nuestra audiencia vea el video hasta el final.

Si elegimos aparecer en nuestros vídeos (en forma de entrevista, exposición, demostración para un tutorial), obtendremos la ventaja de la cercanía; los espectadores podrán escuchar nuestra voz, apreciar nuestra forma de hablar y movernos. Mayor cercanía implica mayor confianza, algo muy importante para la imagen de cualquier profesional.

El Video Marketing además posee la ventaja de que nunca se queda obsoleto. Una vez realizados nuestros videos no tendremos que revisarlos; sólo ocuparnos en promocionarlos y dejar que nuestra imagen hable por nosotros.



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